El cineasta David Cronenberg cuenta que el actor Colin Farrell le rechazó su filme y prefirió hacer Total Recall. “Él había venido para pedirme un papel”, recuerda
CANNES.— David Cronenberg es un director al que lo persiguen los felices accidentes con los actores. Por lo general algo ocurre en sus películas que le es imposible lograr rodar con el actor que originalmente había pensado como protagonista.
Le pasó con Viggo Mortensen (quien interpreta al doctor Sigmund Freud en Un método peligroso), a quien recurrió tras ser dejado plantado por Christoph Waltz, quien decidió que era más seductora la oferta de Hollywood en Agua para elefantes.
En Cosmópolis le sucedió lo mismo al ver cómo Colin Farrell: a pesar de decir que amaba el proyecto el actor se decidió por una oferta económica más jugosa y una película de mayor presupuesto, Total Recall. Pero, por fortuna para el creador de Una historia de violencia, sus segundas opciones casi siempre suelen ser mejores que la primera. Al menos, para él. “Puedo llamar a Robert Pattinson un feliz accidente. Todo el mundo sabe que yo quería a Colin Farrell para hacer Cosmópolis cuando él mismo Colin vino a mí y me dijo ‘amo tus películas, me encantaría trabajar contigo, ¿tienes algo para mí?’ Y le respondí ‘bueno, tengo esta película llamada Cosmópolis, creo que podrías interpretar el personaje principal’.
“Pero después alguien le ofreció hacer Total recall, un montón de dinero y una gran producción, así que no la pudo hacer porque los rodajes coincidían.
“Después de eso me dije a mí mismo ‘ok, déjame replantearme esto, ¿es realmente Colin el actor adecuado para este papel?’ Porque él está en sus 30 y este es un personaje que debería estar en sus 20. Así que volví al libro y me di cuenta de que lo ideal sería un actor que estuviera entre los 25 o 26 años y así fue como empecé a pensar de nuevo en quién tendría que estar en la película”, contó el director a EL UNIVERSAL.
En ese entonces Cronenberg ya había visto a Pattinson en Crepúsculo, Little Ashes y Remember me, algo que lo hizo confiar en la versatilidad y capacidad del actor.
“La elección de un actor es una cuestión de actuación pero también del tono de la película y creo que Rob fue una elección más adecuada y, para mí, ha sido emocionante ayudarle a ver al mundo que es un actor excelente”.
Otro de sus hallazgos fue Sarah Gadon, a quien descubrió previamente en Un método peligroso.
Para Sarah, estar bajo las órdenes de Cronenberg es lo mejor que le puede pasar a una actriz: “Sus cintas no son para las masas. Son películas complejas. Son piezas que te hacen pensar y retan a mi cerebro al igual que a mi creatividad, así como a mis emociones. Y eso es algo raro de conseguir”, dijo la actriz a quien Cronenberg consideró por talentosa pero también, por canadiense.
“Sarah es bella, es una gran actriz, es canadiense y eso ayuda con la economía canadiense. No tendría duda de contratar a otra persona si fuera mejor para el papel y fuera de otro país pero me gusta apoyar a talentos de Canadá”, declaró el realizador.
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